CHAQUETÍA, 1 de noviembre.

Esta fiesta tiene un origen Celta, celebraban el Samahaim con la intención de apaciguar a los espíritus de los antepasados y  propiciar la abundancia de las cosechas. Era el fin del calor y comienzo del frío, la muerte simbólica y una renovación (el principio de una gestación). Por las mismas fechas, los romanos celebraban las saturnales. Fiesta dedicada a Saturno dios de la agricultura, en un ambiente carnavalesco se realizaba un gran banquete y se hacían sacrificios de animales.  La iglesia como tantas veces sincretizó estas celebraciones, para dar una nueva visión,  El papa Gregorio IV instituyó la fiesta de Todos los Santos para celebrar y honrar a los santos y a los Fieles Difuntos con oraciones.



Sin embargo, la fiesta popular de alegría y de agradecimiento por la cosecha se ha mantenido en la mitad norte de la península,  en aquellos lugares donde abundan los castaños.Recibe distintos nombres: Magosto en Galicia, Asturias, Cantabria, Portugal; Gaztainerre en el País Vasco; Castanyada en Cataluña. En Extremadura tiene distintas denominaciones calbote, carbochá, as borrallás, Chaquetía.

Aquí en Coría se usa esta última,  Chaquetía o chiquitía , algunos dicen que es una deformación de “echa aquí tía” posiblemente por las canciones que  cantan los niños cuando piden el aguinaldo.
Tía, la chaquetía
Los pollos de mi tía 
unos cantan y otros pían
Y otros piden
¡castañass, cocías! 
Cuando se instauró la fiesta de todos los santos,  era un día triste.  Cerraban todos los establecimientos incluso los bares. En los pueblos lo único que se oía era el tañido fúnebre de las campanas en recuerdo de los fallecidos. Los monaguillos recorrían todas las casas dando a besar el portapaz, rociaban la casa con agua bendita y pedían la chaquetía, que era una gratificación por doblar las campanas por los difuntos. Con los años al monaguillo se unieron todos los niños pidiendo el aguinaldo y de esa manera esta fiesta se convirtió en popular.Hoy es una fiesta campestre con familia y amigos en la que se consumen frutos de temporada, castañas, nueces, membrillo.
El carbote o día de las castañas me trae añoranzas de juventud,  días de campo con los amigos, (¡Alumnos! No hace tantos años como estáis pensando). Recuerdo  el  comienzo de los días de frío cuando comprábamos un cucuruchito de castañas, para deleitarnos el paladar pero sobre todo para calentarnos las manos. 
 ¡Cómo ha cambiado esa percepción con los años! Ahora es un puente deseado para el descanso y un triste recuerdo de los que no están. ¡Ojalá! que mis alumnos disfruten durante mucho tiempo de la parte más jubilosa de esta fiesta.


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